El destino mezcla las cartas,
y nosotros las jugamos.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.
Una historia para creer en el amor. Pablo me invitó a comer al restaurante de Pepe el jueves. El lunes me había mandado un mail. Tenía ganas de que nos viésemos en ese restaurante dónde tantas confidencias nos hemos hecho en los últimos meses. Pablo es un hombre sincero y honesto. Es sensible y práctico a la vez, una combinación que me fascina porque demuestra su gran inteligencia.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.
Una historia para creer en el amor. Pablo me invitó a comer al restaurante de Pepe el jueves. El lunes me había mandado un mail. Tenía ganas de que nos viésemos en ese restaurante dónde tantas confidencias nos hemos hecho en los últimos meses. Pablo es un hombre sincero y honesto. Es sensible y práctico a la vez, una combinación que me fascina porque demuestra su gran inteligencia.
Pablo es capaz de hablar de sentimientos sin tapujos, es más: le gusta. Habla de sentimientos y emociones dándoles la importancia que tienen. Tal vez sea porque, gracias a su trabajo, sabe las consecuencias que tienen los sentimientos en nuestra vida. Se separó hace más de un año de su mujer, he sabido los pormenores de esa separación y he sabido que Pablo siempre intentó arreglar ese matrimonio roto antes de llegar al demoledor divorcio. Lo intentó todo, todo, durante varios meses. Lo sé y él también lo sabe. Pero su mujer no quiso volver. Quiso tenerle como padre de su hija, como amigo, pero nunca quiso dar marcha atrás en la decisión de separarse de él. Eso a Pablo le dolió profundamente hace ya seis meses, su mujer le negaba una segunda oportunidad.
Un día comiendo juntos, con sus ojos demasiado brillantes, me dijo que dejaba de luchar por su mujer, que tenía que pasar página. Y así lo hizo, como hombre consecuente que es, y con todo el dolor de su alma, desistió en la reconquista de su hogar. Se compró una casa cerca de la de su hija, para poder llevarla al colegio todos los días y rehizo su vida pasito a pasito.
Salimos, bebimos, fuimos de fiesta, de cena. Le presenté a un par de amigas a la caza. Hizo vida de soltero con su moto durante todo el verano, tiró de agenda y un buen día, a finales del otoño, se volvió a enamorar. De una chica que conocía del trabajo desde hacía tres años, que siempre le gustó. Virginia ya no trabajaba con él y además estaba desde hacía poco soltera. Pablo no lo pensó y se lanzó a la piscina directamente. Su nueva chica no fue fácil de conquistar, ni ahora lo es. Pero la relación funciona, a pesar de que al principio ella se negara a tener nada serio con nadie. Pablo se lo curró y al final consiguió a Virginia, la que es ahora su locuela novieta.
Ahora es feliz de nuevo. Le gusta la vida en pareja, es un hombre cariñoso y le gusta compartir su tiempo con su chica. Desde que Pablo sale con Virginia le veo menos, pero siempre busca un hueco para vernos. Por eso quedamos a comer en Pepe, entre semana. Me encantan esas comidas de dos horas, sin prisas, contándonos nuestras aventuras, nuestros amores y cabronadas. Conoce bien la historia con el Capitán y siempre fue muy escéptico a ese respecto. Pero muy respetuoso. En realidad, Emilio nunca le gustó demasiado. Debí haberle escuchado en su día, pero ya es tarde para lamentarse.
El jueves lo pasamos muy bien, como siempre. Llegué casi una hora tarde por culpa de la lluvia atroz en Madrid. Charlamos, reímos y comimos por los codos. Me reconoce que es feliz hasta un determinado punto, porque también sigue lidiando interiormente con la decepción de su separación. Necesita más tiempo para olvidar, pero ya no se tortura con eso. Su ex es una mujer muy atractiva y con gran éxito profesional, a él no la va mal tampoco. La vida sigue y su hija tiene todo lo que una niña puede desear. Sus padres se llevan bien. Han encontrado la fórmula mágica para tolerarse el resto de sus vidas por el bien de su hija. Son un ex-matrimonio modélico.
Las casualidades asombrosas de la vida -yo prefiero creer que ha sido el poético Destino- han hecho que la casa de Virginia esté en la misma, mismísima, urbanización que la casa de la ex de Pablo. Cosa que él ignoraba totalmente cuando conoció a su nueva novia. A él no le supone ningún problema, vive intensamente su nuevo amor con la apasionada Virginia y ha pasado la dura página del pasado. ¿Pero quién es ahora la que se tortura y le llora demasiado tarde ya?.
Cosas de los hados, son tan juguetones y nos sorprenden de formas prodigiosas con sus antojos y caprichos.
Pie de foto: Los Enamorados del Tarot Raider
Este arcano es la expresión de dos seres opuestos que se desean y se atraen mutuamente. La dualidad reflejada en todos los aspectos de la vida, se experimenta existencialmente en la relación amorosa entre el hombre y la mujer. Cada nuevo intento de reconciliación, unión o contacto, manifiesta el impulso apasionado por restaurar la unidad perdida. Aquellas cosas que hacen irresistible a otra persona, son aspectos de nosotros mismos con los que deseamos encontrarnos. Por regla general, nuestra pareja expresa los aspectos poco desarrollados o reprimidos de nuestra propia personalidad. El motor de esta energía de vida es convertirnos en seres completos. La felicidad que intentamos encontrar desesperadamente en otras personas, solo la podemos hallar y cultivar dentro de nosotros mismos. Esta mixtura entre intelecto, emociones y espiritualidad, permite la comprensión de que una relación por si sola, no necesariamente trae la verdadera satisfacción.
Un día comiendo juntos, con sus ojos demasiado brillantes, me dijo que dejaba de luchar por su mujer, que tenía que pasar página. Y así lo hizo, como hombre consecuente que es, y con todo el dolor de su alma, desistió en la reconquista de su hogar. Se compró una casa cerca de la de su hija, para poder llevarla al colegio todos los días y rehizo su vida pasito a pasito.
Salimos, bebimos, fuimos de fiesta, de cena. Le presenté a un par de amigas a la caza. Hizo vida de soltero con su moto durante todo el verano, tiró de agenda y un buen día, a finales del otoño, se volvió a enamorar. De una chica que conocía del trabajo desde hacía tres años, que siempre le gustó. Virginia ya no trabajaba con él y además estaba desde hacía poco soltera. Pablo no lo pensó y se lanzó a la piscina directamente. Su nueva chica no fue fácil de conquistar, ni ahora lo es. Pero la relación funciona, a pesar de que al principio ella se negara a tener nada serio con nadie. Pablo se lo curró y al final consiguió a Virginia, la que es ahora su locuela novieta.
Ahora es feliz de nuevo. Le gusta la vida en pareja, es un hombre cariñoso y le gusta compartir su tiempo con su chica. Desde que Pablo sale con Virginia le veo menos, pero siempre busca un hueco para vernos. Por eso quedamos a comer en Pepe, entre semana. Me encantan esas comidas de dos horas, sin prisas, contándonos nuestras aventuras, nuestros amores y cabronadas. Conoce bien la historia con el Capitán y siempre fue muy escéptico a ese respecto. Pero muy respetuoso. En realidad, Emilio nunca le gustó demasiado. Debí haberle escuchado en su día, pero ya es tarde para lamentarse.
El jueves lo pasamos muy bien, como siempre. Llegué casi una hora tarde por culpa de la lluvia atroz en Madrid. Charlamos, reímos y comimos por los codos. Me reconoce que es feliz hasta un determinado punto, porque también sigue lidiando interiormente con la decepción de su separación. Necesita más tiempo para olvidar, pero ya no se tortura con eso. Su ex es una mujer muy atractiva y con gran éxito profesional, a él no la va mal tampoco. La vida sigue y su hija tiene todo lo que una niña puede desear. Sus padres se llevan bien. Han encontrado la fórmula mágica para tolerarse el resto de sus vidas por el bien de su hija. Son un ex-matrimonio modélico.
Las casualidades asombrosas de la vida -yo prefiero creer que ha sido el poético Destino- han hecho que la casa de Virginia esté en la misma, mismísima, urbanización que la casa de la ex de Pablo. Cosa que él ignoraba totalmente cuando conoció a su nueva novia. A él no le supone ningún problema, vive intensamente su nuevo amor con la apasionada Virginia y ha pasado la dura página del pasado. ¿Pero quién es ahora la que se tortura y le llora demasiado tarde ya?.
Cosas de los hados, son tan juguetones y nos sorprenden de formas prodigiosas con sus antojos y caprichos.
Pie de foto: Los Enamorados del Tarot Raider
Este arcano es la expresión de dos seres opuestos que se desean y se atraen mutuamente. La dualidad reflejada en todos los aspectos de la vida, se experimenta existencialmente en la relación amorosa entre el hombre y la mujer. Cada nuevo intento de reconciliación, unión o contacto, manifiesta el impulso apasionado por restaurar la unidad perdida. Aquellas cosas que hacen irresistible a otra persona, son aspectos de nosotros mismos con los que deseamos encontrarnos. Por regla general, nuestra pareja expresa los aspectos poco desarrollados o reprimidos de nuestra propia personalidad. El motor de esta energía de vida es convertirnos en seres completos. La felicidad que intentamos encontrar desesperadamente en otras personas, solo la podemos hallar y cultivar dentro de nosotros mismos. Esta mixtura entre intelecto, emociones y espiritualidad, permite la comprensión de que una relación por si sola, no necesariamente trae la verdadera satisfacción.
Con algunos matices distintos, es mi misma historia.
ResponderEliminarMucho uno aprende del levantarse y seguir. Sobre todo eso de que cuando se cierra una puerta se abre una ventana.
La felicidad tambien es cosa de fuerza y de actitud.
Saludos Maga
Hola Migalcaher, supongo que es la historia de muchos, siempre con algunos matices. Aunque no sé si la felicidad reside en la fuerza, pero sí en la actitud.
ResponderEliminarMuchos besos y gracias por tu visita
Oiga mi Maga harto interesante es Pablo por lo que narras, ¿Podrías darle mis saludos? y un biko para ti.
ResponderEliminarMi querida maga... la solución es simple: si Pablo está enamorado de esa mujer que vive junto a su ex-mujer, que les proponga un trio. Eso solventará toda la parte emocional y sexual.
ResponderEliminar¿Pero que esperaba de mi? Soy un completo gilipollas.
No soy un tío sensible ni inteligente.
Quizás por eso por mucho que me curre a las tías, las tías acaban currándome (literalmente) a mi.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Hola Maggie,
ResponderEliminarHe llegado hasta aquí desde el Sumidero de Josune,y me ha encantado descubrirte.
Es muy agradable leerte, se hace corto.
Un saludo
eva
Hola Maggie, la pregunta del millón es: en realidad, ¿la ex de tu amigo, ahora que le ve tan feliz por la urbanización con una vecina, quisiera recuperarle? O tal vez, ¿es el deseo inconsciente (y compartido contigo) de creer en esa posibilidad?
ResponderEliminarEspero que Pablo sea muy feliz, con o sin ex.
Besos.
Mon, Pablo es lo más, no te preocupes que se los daré, otro biko de vuelta.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario.
Mi querido Gili, le haré llegar esa solución tan salomónica a Pablo...pero creo que a él ya se le ha pasado por la cabeza. No desista, las mujeres ponemos muchas pruebas para encontrar el verdadero gilipollas de nuestra vida.
Como siempre reciba un cordial saludo
La Maga
Of the cloud, muchas gracias nubecilla, he visitado tu blog y es preciosos
Un saludo
Maggie
Hola Federico, la verdad es que no sé lo que pretende su ex...Pero lo que si sé es que quiero que mi amigo sea muy feliz, porque se lo merece.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios y tus relatos.
Besos