Bene qui latuit, bene vixit...
Bien vive quien bien oculta...
Ovidio
Bien vive quien bien oculta...
Ovidio
Tengo un amigo, Gustavo, como la rana. Es un hombre muy interesante que conocí por internet. Hablamos de vez encuando y nos llevamos bien. No ha habido nada entre nosotros, pero puede que lo haya algún día. Aunque me ha dejado siempre muy claro que no busca nada serio. Supongo que podría ser un buen amante, pero ahora mismo no me lo planteo. Conocer a gente a traves de internet es algo que se ha vuelto habitual. Es un medio como otro cualquiera para conectar con mucha gente con nuestros mismos intereses. Conocer hombres o mujeres en la red puede convertirse en algo adictivo. Caemos como moscas en nuestro afán de vivir en sociedad. Pegados a la red nos sentimos queridos, comprendidos, amados. Hasta que llega la araña del desengaño y te devora.
En realidad es algo muy cuiroso que he leido en algún blog y que me ha llamado la atención. No hay mayor paradoja que la realidad virtual. Encontramos todo dentro de la red, refleja nuestra sociedad y es igual de mala o de buena como lo somos nosotros. Gustavo me decía ayer que conocer gente en una red social es lo mismo que ir de bares. La noche, los tacones, el maquillaje, la ropa, todo eso nos camufla para ir de caza. El perfil también nos camufla, demasiado a veces. Uno siempre presenta lo que quiere que los demás vean y se guarda sus secretos. Hay muchos que mienten para cazar mejor. Hay otros que se presentan de una forma y luego son de otra. Hay pocos que sean sinceros.
He comprobado que muchos hombres mienten con la altura en sus perfiles. Gustavo me ha dicho que las mujeres mienten con la edad. Somos así. Queremos dar la mejor imagen.
He leído miles de perfiles, he buscado a la carta el hombre ideal, he quedado con muchos de ellos. No me he enamorado de ninguno.
Un sábado frío de marzo estaba en casa, como hoy. Con la tele de fondo y el ordenador a mi vera. Entré en el portal de relaciones en el que estaba mi perfil y ví que tenía un mesaje de alguien que me había reconocido. Fue una impresión enorme. Llevaba un par de meses inscrita y había colgado mi foto. Pero no le había dicho a nadie que estaba dentro. Me daba un poco de vergüenza reconocer que utlizaba ese medio para conocer hombres. Como no tengo nada que ocultar colgué mi foto sin pensar que nadie que yo conociera pudiera reconocerme. Hasta que ví ese mensaje en el bandeja de entrada.
Me moría de curiosidad. Al otro lado estaba alguien que sabía quién era yo, pero yo no pude reconocerlo. No tenía foto. No tenía su nombre real. Su perfil era el siguiente.
guillermo000
40 años
LAS FOSAS DE MAGGIZ
me gustan las mujeres espresivas, divertidas, con ganas de conocer y de saborear la vida. me gusta abrir y compartir una botella de vino en una cena romántica. me gusta cuidar y que me cuiden. me gusta estar sólo pero aprecio la buena compañía. me gusta el frío si estoy al calor de una persona y el calor si me puedo bañar desnudo en las baleares. me gustan las críticas porque me hacen mejorar. me gustan los cines que no están en los centros comerciales, lavapies y el reina sofía.
Después de leer aquello no llegué más lejos en reconocer al que luego fuera la persona por la que me encuentro como estoy. Pensé que podía ser alguien del trabajo o de mi entorno. Pero la curiosidad no me dio tregua y le respondí. Debería haberlo ignorado. Si lo hubiera hecho, hoy no estaría aquí contando mis penas a un teclado ni llorándole a un monitor. Pero tampoco hubiera conocido el hombre en que te has convertido. Tampoco hubiera visto en tus ojos la verdad. No hubiera oido tu voz. Ni hubiera tocado tu piel. Ni saboreado tu saliva ni olido tu sexo. No te hubiera reencontrado. No te amaría ahora. Ni tendría que olvidarte.
Personalmente nunca me ha ocurrido nada semejante, imagino que como nunca he quedado con ningún desconocido, quedan reducidas las posibilidades de vivir algo así. Tiendo más a pensar que, al margen del medio, todo es producto de la casualidad.
ResponderEliminarMe gusta tu historia, Maga cibernética, y te intuyo entregada hasta las trancas :)
y si además de ocultar lo real se edifica una estructura de complejos subnodos entonces ya ni hablamos.
ResponderEliminarElektra querida, si estoy muy entregada, él dice que soy demasiado apasionada. Las casualidades son muy putas y, si te digo la verdad, conocer a un desconocido suele ser una aventura, que muchas veces termina tan pronto como empieza, pero no todas.
ResponderEliminarSouth, veo que conoces de lo que hablo, puede ser una paranioa gigante, pero hay veces que no lo es.
un beso
Qué bueno encontrarme con la magia de tus letras.Me encanta este espacio. Volveré.Besos
ResponderEliminarAy, ay, ay... Lo bueno y lo malo, lo exquisito y lo devastador. ¡Es tan terrible! Para darse de cabezazos contra la pared. Así es nuestra vida, que por un gesto simple se trastorna todo. Otras veces nos esforzamos por algo, y nada. ¡Es de locos!
ResponderEliminarY esa curiosidad gatuna... ¡ay, cómo la conozco!
Erato, muchas gracias por tu visita, tu te visito igualmente encantada de leerte
ResponderEliminarQuierida Gel, sabes muy bien como reconfortarme, es muy jodido, porque hay veces que de nada sirve esforzarse...y otras sale todo solito
Un beso a las dos
Mi querida maga, en sus redes me gustaría caer a mi, como uno de esos atunes que se mueven desesperadamente al ser pescados, yo me dejaría comer, crudo. Y me resistiría solo lo justo...
ResponderEliminarSiempre suyo
un completo gilipollas