La amistad es un alma
que habita en dos cuerpos;
un corazón que habita en dos almas.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
Era Jueves Santo, como hoy. Emilio y yo habíamos quedado para celebrar la Semana Santa en Madrid. El plan era musulmán. Ese pensamiento me hacía gracia y le pregunté si quiería ir a los baños arabes. Tengo esa tradición: no salir de Madrid y pasar la procesión por dentro. Hace ya cinco años que paso la Pascua en la capital. Antes la pasaba en Düsseldorf. La verdad es que en esta época de recogimiento me horripila pensar en los atascos y las playas llenas de gente blanca y su tartera. Emilio detesta las aglomeraciones y detesta hacer lo que todo el mundo hace. Se cree alguien especial.
El caso es que era Jueves Santo y llevábamos varias semanas chateando y quedando sin encuentro carnal. Por mi parte no me lo planteaba. O quizá si. Sabía que estaba destrozado. Sabía que se estaba volviéndose medio loco al ver que su mundo de poltrona marital se desmoronaba. Pero como es tan orgulloso, le costaba reconocer tamaño fracaso. No dormía, en el trabajo las cosas no iban bien, le echó gasolina al diesel y tuvo un golpe con el coche, todo eso en pocas semanas. Todo iba mal, y él no era capaz de reconocerlo. Se consolaba con las mujeres de internet, con mi recuperada "buena amistad", con alcohol y noches de parranda.
Emilio me escribió días antes un correo muy emotivo para lo que es él. Me decía que no se podía imaginar conmigo nada más que algo más que un rollo. Algo enrevesado. Dado que en ese momento se sentía como "huerfano" sin su brasileña, prefería que fuesemos "buenos amigos". Me dijo que no era cobardía. Que ya se había acostado con muchas mujeres desde que su mujer se había marchado. Según él, yo era mucho más que un rollo "postdivorcio" (sic.). Como no me podía ofrecer nada más allá, prefería que tuviesemos una buena amistad. Algo así como: eres demasiado buena para mi, quiero estar solo después de mi fracaso, así que seamos sólo amigos. Luego se despidió en ese email diciendo: "como los dos somos jóvenes y guapos espero que no nos cause ninguna frustración contarnos nuestras aventuras como buenos amigos". Yo le respondí que todo eso me sonaba a "licencia para follar" y le dije, que me parecía bien: amigos. No tengo problemas con tener amigos del sexo masculino. De hecho tengo más amigos hombres que mujeres y continué mi contacto con él. Me daba pena su situación y me había hecho ilusión encontrarle tras tantos años.
El problema surge cuando no se tiene claro el concepto de amistad. Ese jueves salimos por Madrid, como las procesiones, hasta los baños arabes de Atocha, los Medina Mayrit. Sería como una resurrección. En cuerpo y alma. Sabía que lo estaba pasando fatal y el agua calma y relaja. Sabía que estaba apunto de flipar, así que se me ocurrió el viejo remedio de los romanos salut per acua (spa), que también utilizan los árabes.
Es un sitio mágico en pleno Madrid. Un centro de relajación y contacto con el agua, bajo las bóbedas de ladrillo que son los sótanos de la cuidad vieja. Una paradoja en la Villa, en la que hay que buscar el Manzanares. Un lugar especial, lleno de sensaciones, en el que descansa tanto el cuerpo como la mente. Incluido en el precio va un masaje de 15 minutos y todo el té que uno se pueda beber. Como nosotros sólo íbamos a ser amigos, no estaba yo por la labor de masajearle nada de nada.
Después de los baños nos fuimos a la Boca del Lobo, a tomar un par de copas en mi local preferido del barrio de Huertas o de las Letras, como lo llaman ahora. En la barra, ya empezó a sobarme más de lo que se soba a una amiga. Yo me dejé hacer. Estaba relajada, contenta, por aquel entonces era feliz y tenía un ron en la mano. Además no quería plancharle mientras me contaba cosas sobre su mujercita. Un primor de hadita selvática. Una semidiosa brasileña que le había dicho que le veía como a un padre autoritario, que necesitaba salir y disfrutar de la vida, que se sentía aprisionada en su "perfecto matrimonio". Algo que puede ser muy duro para un hombre que piensa que es perfecto. No quería venir yo y terminar de joder su destruida ficticia autoestima.
A las cinco de la mañana subimos la Cuesta de las Perdices y me llevó a mi casa en Las Fosas. En la puerta de casa, me besó bajo la farola. Temblaba y parecía que tuviera 15 años. Para ese beso hubo de pasar media vida. Fue un beso de adolescentes. Algo dulce, y a la vez prohibido, que me sorprendió. Me enterneció. Me pidió que fuera a su casa y yo le dije que no. Me besó otra vez y le dije que si.
Yo cogí mi coche. Él cogió el suyo. No quería pasar la noche fuera de casa. No quería dormir con él. Quería un polvo rápido que me quitara las ganas y volverme a mi cama a dormir. Le seguí hasta su casa de marido dolorido en Torre de los Ogrones. En el coche iba pensando que tal vez no fuera buena idea, pero estaba cachonda y algo pedo. Alejé el temor de mi cabeza para dejar paso a la lujuria y a la curiosidad. Quería saber cómo se lo montaba.
A las siete de la mañana, cuando quise irme a mi casa después de la faena, me pidió que me quedara con él. Me pidió que desayunaramos juntos. No sali de su casa a hasta las dos de la tarde. No sin que antes me dijera que se sentía como un hombre objeto si me iba y no dormía con él. Eso me dolió y acepté, no me gusta que las personas se sientan utilizadas.
Sé cuales son los niveles de intimidad que no quiero alcanzar. Si sólo va a ser sexo, la cosa se tiene que concentrar en el acto. Esa es mi filosofía. Me jode cuando un tío me dice que sólo quiere sexo y luego me llama para contarme que su corbata se le ha manchado y que su jefe cabrón le ha rebajado el sueldo. Llama a tu exmujer, colega, o a tu madre. A mi no. A mi que coño me importa, si lo que tenemos es sólo sexo. ¿Puedes follar?¿Vas a poder mantener una erección como dios manada con la corbata manchada? . Eso es lo que me interesa. Si lo que un hombre quiere que haga es que actúe como si fuera su novia, sin serlo, le mando a la porra sin remisión.
Las cosas claras y los polvos calientes.
Follarse a alguien durante cinco horas. Decirle de todo y a la mañana siguiente tratarle como si fuera una jodida desconocida o la vecina vieja del sexto. Eso es lo que el Capitán entiende por una buena amistad. Pues yo no me follo a mis amigos, eso es una premisa indispensable para que se dé una buena amistad. Porque si te follas a tus amigos dejan de ser tus "amigos" para ser tus "amantes". Es así. Simple. Y no vale disfrazarlo con esa mierda de "amigos con derechos" o lo putos "folloamigos" tan de moda ahora. Si follas con alguien pasa directamente a ser tu amante. Y ya está. El problema es el engaño. Y el problema más grave es el autoengaño social general. Parece que como está de moda eso de los "folloamigos" hay que pasar por el aro. Pero no, señores. Sé cuando me acuesto con alguien. Se lo que siento. Y lo que siento es atracción, algo más que amistad. Si uno se rinde a la atraccción. Si uno cae en la tentación, ya nada volverá a ser lo mismo.
Esa es la esencia del pecado. Ni el arrepentimiento lo borra. Sólo el perdón. Pero creo que no estoy todavía muy por la labor de perdonar, sobre todo cuando nadie me ha pedido perdón en esta Semana Santa. El perdón ha de ganarse como se gana el respeto. Lo demás son memeces, banalidades y excusas para no ver la verdad y sacudirse uno la culpa.
Lo fácil, es decir que el pecado no existe. Negación. Que todo vale. Ese el el truco final del Mal, que parece que no existe, que no se quiere aceptar.
Este Jueves Santo me dispongo a volver a follar. Si, con un nuevo amante. Nunca me engañé respecto a él. Jamás le he dicho que quiero que seamos amigos ni él a mi. Sabemos lo que queremos el uno del otro. Somos honestos con nuestros sentimientos y con nuestros actos. Por eso disfrutamos, por eso nos valoramos. Las mentiras son las que hacen daño, y las medias verdades, como las medias tintas. Mierdas enteras y verdaderas. Sólo pido eso. Sin embargo, parece que pido demasiado.
Amistad es una palabra demasiado grande como para usarla en vano.
pie de foto: interior de los baños árabes Medina Mayrit, C/Atocha, 14, Madrid
Joder, Maga. Desmontas todas las teorías de mi vida en cuestión de minutos. Voy a tener que replantearme todo gracias a ti o por tu culpa, todavía no lo sé ;)
ResponderEliminarHoy he sonreído aquí contigo, que quede claro.
Un besazo bien cargado.
Elektra, pues no es mi intención desmontar nada...pero ya sabes que las teorías son sólo eso, la práctica es lo que interesa...Me alegro de que sonrías ;P
ResponderEliminarBesos más cargados,
Las cosas claras y los polvos calientes. Ojalá todo fuera tan fácil. (tiempo, supongo).
ResponderEliminarPrimera lectura, me sorprende, me gusta, me quedo.
Te leo.
Si, Doxa, es el tiempo el que me ha enseñado esta lección a base de muchas hostias...
ResponderEliminarme alegro de tu visita.
te leo, de vuelta
Besos