la paz es el camino.
Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.
Domingo de resurrección y ha salido el sol durante todo el día. Y yo para festejar el ciclo de la vida me he pasado el día en el jardín, sacando muebles, quitando los plásticos protectores e investigando la nueva vida que surge, poquito a poquito en el jandincillo. Me he sentado a leer un rato con los pajarillos de fondo y me he sentido más cursi que Candi-Candi.
Luego he ido a correr como todos los días a la orilla de El Pardo Encantado, me he encontrado con los caballos que allí viven, al otro lado de la vía. Pastaban encantados cerca de la valla. Sólo las vías del tren nos separaban. Se les notaba contentos de no tener que sufrir las inclemencias del tiempo y de poder comer la hierva fresca que ya empieza a crecer, los famosos brotes verdes.
El día ha sido perfecto, de principio a fin. Carmela y Tara lo han pasado también en casa. La abuela estaba de buen humor, y mi madre y su marido han decidido irse de viaje. Hoy, sí. Creo que lo de llevar la contraria está en mis génes.
Paz, ese es el pensamiento más recurrente del día. Hoy no ha venido nadie a tocarme los cojones y ni ha decirme lo que tengo que hacer, o cómo lo debo hacer, en mi vida.
He cocinado pizza pomodoro en honor a la dermatitis del Capitán y nos ha sabido a gloria. La verdad es que se me da bien hacer pizza, aunque no tiene ningún misterio. Eso merece que me tome un gin tranquilamente viendo una peli de Fellini, que mañana tengo que hacer los deberes.
Son estos momentos, los que hacen que la vida merezca la pena.
pie de foto: imagen propia de los árboles en flor en mi jardín.
Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.
Domingo de resurrección y ha salido el sol durante todo el día. Y yo para festejar el ciclo de la vida me he pasado el día en el jardín, sacando muebles, quitando los plásticos protectores e investigando la nueva vida que surge, poquito a poquito en el jandincillo. Me he sentado a leer un rato con los pajarillos de fondo y me he sentido más cursi que Candi-Candi.
Luego he ido a correr como todos los días a la orilla de El Pardo Encantado, me he encontrado con los caballos que allí viven, al otro lado de la vía. Pastaban encantados cerca de la valla. Sólo las vías del tren nos separaban. Se les notaba contentos de no tener que sufrir las inclemencias del tiempo y de poder comer la hierva fresca que ya empieza a crecer, los famosos brotes verdes.
El día ha sido perfecto, de principio a fin. Carmela y Tara lo han pasado también en casa. La abuela estaba de buen humor, y mi madre y su marido han decidido irse de viaje. Hoy, sí. Creo que lo de llevar la contraria está en mis génes.
Paz, ese es el pensamiento más recurrente del día. Hoy no ha venido nadie a tocarme los cojones y ni ha decirme lo que tengo que hacer, o cómo lo debo hacer, en mi vida.
He cocinado pizza pomodoro en honor a la dermatitis del Capitán y nos ha sabido a gloria. La verdad es que se me da bien hacer pizza, aunque no tiene ningún misterio. Eso merece que me tome un gin tranquilamente viendo una peli de Fellini, que mañana tengo que hacer los deberes.
Son estos momentos, los que hacen que la vida merezca la pena.
pie de foto: imagen propia de los árboles en flor en mi jardín.
Pues mujer, buen día para ti y me alegra compartirlo contigo.
ResponderEliminarDisfruta siempre que puedas.
Besos con magia
Maggie que paz se transmite en ese jardín. Aunque dure unas horas, disfrútalo que gracias a Dios ya llega la primavera!
ResponderEliminarYea!
Un beso.
Te decía, que yo también me siento a veces un poco Candy-Candy.
ResponderEliminarY que salud por los días de paz, joder :P
muchos besos.
pues disfruta estos dias, que son de lo mejorcito que hay
ResponderEliminarDías largos suficientemente buenos, que dice Kase.O en una canción.
ResponderEliminarHola chicos, con el pequeño lío que he tenido con los comentarios se me ha pasado daros las gracias por vuestros deseos de paz y tranquilidad. A veces pienso que parece que haga terapia en el jardín, como los locos en los manicomios de las pelis de terror. Lo malo es que es verdad que siente bien.
ResponderEliminarUn beso y gracias por vuestras visitas y comentarios