ni esperanzas,
ni amor,
ni un amigo que me comprenda;
todo lo que pido
es el cielo sobre mí y
un camino a mis pies.
Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.
Hoy he comido con Pablo en Casa Pepe, en el barrio más pijo por excelencia, el de Salamanca. Mi antiguo lugar de trabajo. La verdad es que me ha molado volver por allí, hacía mucho tiempo que no me pasaba y me gustan esas aceras enormes que están haciendo en la calle Serrano. Eso si, han montado un carajal de mucho cuidado, pero hoy no había mucho tráfico y he encontrado sitio en la puerta del restaurante. Parece que el Universo me quiere, porque últimamente encuentro sitio en la puerta cada vez que salgo. Hasta el domingo pasado encontré sitio en la Latina, eso ya se puede catalogar de milagro.
He encontrado a Pablo elegante como él solo. Llevaba una chaqueta de paño fino, creo que lana merina, de color negro, negrísimo. Camisa blanca, impecable, con sus iniciales bordadas y gemelos de plata y ónix. Y para ponerle la guinda al atuendo de caballero, un reloj de cerámica tan negro y brillante como una cucaracha madrileña. Estaba perfecto. El nudo de la corbata, negra también, pero con invisibles rayitas de verdes y azules, un poco flojo. Perfecto, insisto.
Pero cuando le pregunto como está, la respuesta no va acorde con su aspecto de hombre de éxito. Mal. Jodido. Mujeres. No me tiene que decir nada más. Pobre. Lidiar con una ex y con una novia, aparte de con una hija de cuatro años, a diario, no debe ser fácil.
Después que me expusiera toda la historia: su ex llorándole en el garaje -y con su nuevo novio arriba, en casa-, su actual que no soporta a la anterior; la niña, que tampoco quiere ver a su padre con otra....y, bueno el pobre ya no puede más, de tanta hormona femenina. No me extraña.
Mi único consejo es que intente despegarse un poco, que no se deje arrastrar por las emociones femeninas y que intente no entrar al trapo. Con su ex, lo mejor es tener una relación cordial, sin que sus lágrimas de cocodrilo le saquen de su nuevo camino. Con su chica, intentar no ir tan rápido, pienso que eso es lo que ha pasado. Con su hija, intentar demostrarle que él siempre será su padre, independientemente de quién ocupe su corazón. A lo mejor han sido demasiados consejos, pero bueno, para eso come uno con los amigos. Creo que combinar todas estas variables va a ser un poco difícil, pero confío en Pablo y sé que es un hombre que dará con la fórmula.
Yo ya le he contado mi fórmula mágica actual: saco el amor romántico de la ecuación. Paso de enamorarme, por el momento. Y creo, que va para largo, visto lo visto. Así por lo menos soy feliz, o lo intento. Ya no tengo esa dependencia del puto móvil, ni de los mails, ni de los sms, ni del messenger, ni de nada...quitando la cerveza helada y la nicotina.
El proceso ha sido duro, y el mono terrible. Pero ahora puede decir que estoy curada. He conseguido dejarlo. Será muy complicado que otro ser humano del sexo opuesto vuelva a cazarme tan fácilmente. Será prácticamente imposible. Me temo. Me gusta eso. Me anima.
Ahora soy yo y yo. Y después: Yo.
pie de foto: Leornardo da Vinci
Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.
Hoy he comido con Pablo en Casa Pepe, en el barrio más pijo por excelencia, el de Salamanca. Mi antiguo lugar de trabajo. La verdad es que me ha molado volver por allí, hacía mucho tiempo que no me pasaba y me gustan esas aceras enormes que están haciendo en la calle Serrano. Eso si, han montado un carajal de mucho cuidado, pero hoy no había mucho tráfico y he encontrado sitio en la puerta del restaurante. Parece que el Universo me quiere, porque últimamente encuentro sitio en la puerta cada vez que salgo. Hasta el domingo pasado encontré sitio en la Latina, eso ya se puede catalogar de milagro.
He encontrado a Pablo elegante como él solo. Llevaba una chaqueta de paño fino, creo que lana merina, de color negro, negrísimo. Camisa blanca, impecable, con sus iniciales bordadas y gemelos de plata y ónix. Y para ponerle la guinda al atuendo de caballero, un reloj de cerámica tan negro y brillante como una cucaracha madrileña. Estaba perfecto. El nudo de la corbata, negra también, pero con invisibles rayitas de verdes y azules, un poco flojo. Perfecto, insisto.
Pero cuando le pregunto como está, la respuesta no va acorde con su aspecto de hombre de éxito. Mal. Jodido. Mujeres. No me tiene que decir nada más. Pobre. Lidiar con una ex y con una novia, aparte de con una hija de cuatro años, a diario, no debe ser fácil.
Después que me expusiera toda la historia: su ex llorándole en el garaje -y con su nuevo novio arriba, en casa-, su actual que no soporta a la anterior; la niña, que tampoco quiere ver a su padre con otra....y, bueno el pobre ya no puede más, de tanta hormona femenina. No me extraña.
Mi único consejo es que intente despegarse un poco, que no se deje arrastrar por las emociones femeninas y que intente no entrar al trapo. Con su ex, lo mejor es tener una relación cordial, sin que sus lágrimas de cocodrilo le saquen de su nuevo camino. Con su chica, intentar no ir tan rápido, pienso que eso es lo que ha pasado. Con su hija, intentar demostrarle que él siempre será su padre, independientemente de quién ocupe su corazón. A lo mejor han sido demasiados consejos, pero bueno, para eso come uno con los amigos. Creo que combinar todas estas variables va a ser un poco difícil, pero confío en Pablo y sé que es un hombre que dará con la fórmula.
Yo ya le he contado mi fórmula mágica actual: saco el amor romántico de la ecuación. Paso de enamorarme, por el momento. Y creo, que va para largo, visto lo visto. Así por lo menos soy feliz, o lo intento. Ya no tengo esa dependencia del puto móvil, ni de los mails, ni de los sms, ni del messenger, ni de nada...quitando la cerveza helada y la nicotina.
El proceso ha sido duro, y el mono terrible. Pero ahora puede decir que estoy curada. He conseguido dejarlo. Será muy complicado que otro ser humano del sexo opuesto vuelva a cazarme tan fácilmente. Será prácticamente imposible. Me temo. Me gusta eso. Me anima.
Ahora soy yo y yo. Y después: Yo.
pie de foto: Leornardo da Vinci
A mí me ha llorado mi ex, y es un hombre. Así que... XD
ResponderEliminarNada, que se lo tome todo con la calma que pueda y vaya despacito. Bueno, a todos nos toca esa: cargarnos de paciencia y encontrar el mejor camino, el que nos sea más bondadoso. Como estás haciendo tú.
Un beso, y que tengas un buen día
Yo opino que las ex, son ex. Ya tuvieron su momento y su turno. Para un hombre, mantener una ex solo puede ser sinónimo de problemas, innecesarios, una ex solo busca alguien con quien jugar, alguien en quien pensar cuando esta con otros, alguien que sea el amigo que nunca supo tener, y que encima puede ser adictivo, pues ella busca en esa relación de "amiguitos" la adrenalina que no tiene en su vida.
ResponderEliminarPobre tío. Si eres su amiga, el mejor consejo es tomarla o dejarla, pero ya...
Muy buen post, la verdad es que me ha sorprendido tu blog... venia a agradecerte, nobleza obliga, que seas mi seguidora en CortosClasicos... y me encuentro siguiéndote yo también... (nobleza obliga, aparte)
Estaremos en contacto
Saludos cordiales
Buenos días, Dusch...ya hija, si al final, todos lloran, no ves que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio. Algunos lo hacen en público y los más en privado. Seguro que a Pablo le animan tus palabras, como siempre tan sabias.
ResponderEliminarUn besazo de vuelta y buona giornatta!
Hola, acabo de llegar he intuyo que no sigues la senda del saltamontes, aquel mítico Carradine en la serie Kung Fu ejerciendo de alumno al escuchar al maestro decirle –deja el Yo a un lado, desapégate del Ego, deja de pensar en ti y sé sin ser- o algo así.
ResponderEliminarPero esta bien que seas tú y no otra.
Yo siempre he creído que era la mujer la que cazaba al hombre. :)
Un saludo.
¡Que mas da!rapa Lo importaqnte es que el amor,el enamoramiento, es un estado es de alienación mental que te consume y te hace daño,es un sindrome,nada imaginario ni romantico,se alteran hormonas y neurotransmisores..es una puta mierda y ademas tien untiempo,caduca(por suerte).Tendrian que inventar una vacuna efectivacontra este mal endemico.
ResponderEliminarMe parece muy buena tu postura maga,sobre todo despues de un atracón de enamoramiento.Ahora biene el atracón de follar a diestro y siniestro,de disfrutar,pero cuidado que ese monstruo simpre esta ahi y al final siempre caes,por algo será. ¿Seremos todos unos masoquistas?...