sin sentidos

el frescor de los collares de cuentas de cristal,
la plastilina, para poder moldear la fantasía...
el ¨clack´ de las uvas,
el algodón de azúcar mientras desaparece sobre la lengua,
masticar champiñones con restos de tierra,
prefiero el chirrido de una tiza en la pizarra,
la espina de una rosa...el sobresalto, 
morderse la lengua, 
pillarse los dedos... mucho peor que morderse la lengua.




las manos que saben tocar, y no rebuscar...o cachear,
la voluptuosa y volátil espuma, de un baño caliente,
las espesas burbújas de un jacuzzi...sacudiendo tensiones,
los masajes a medias,
aguafiestas de la relajación,
tirar de la piel quemada por el sol,
es como si destapara trocitos de mi,

el delicado escalofrío de unos dedos andando por mi espalda,
el roce sin querer de aquel ¨amigo¨...estremecedor... 
los besos con las pestañas...indescriptibles cosquíllas, 
la destemplanza de un beso sin ganas.

la arena en las manos,
ratitos de tiempo que se escapa entre los dedos.
mi pelo al viento con el suave soplo de la brisa marina, en mi cara,
el cinismo de la palmadita en la espalda,
la discreción del silencio después de un pisotón,
el alivio del agua fría en una quemadura,
la desazón implacable de la picadura de una avispa.


el insoportable dolor de ciertas caricias...
el resbaladizo apretón de manos blandas, irritante,
el pegajoso apretón de manos sudadas,...repelente,
los besos en los parpados,
los abrazos del corazón...adictivos...