Sólo hay una fuerza motriz:
el deseo
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
Si, es cierto hay algo en tus celulas que llama a las mías. Esta calma que se ha acercado a mi vida me regala horas llenas de calor y pensamientos. La luz inunda el salón y me ciega. He pasado la noche sudando, el calor de julio inunda todo. Detiene la sangre por mis venas y sólo quiero estar tumbada en la cama. La fiebre me ha dejado sin fuerzas. Han pasado ya varios meses desde que me quedé sin corazón, pero siento que tus palabras lo van reconstruyendo. Late cada vez que escucha tu voz. Una voz lejana que me despierta de este sueño abrasador. Llegará el día en el que te toque, el día en el que tu olor llenará mis fosas, el día en el que me hunda en tu mirada.
Es la simple esperanza, es la que me despierta. Pero a veces la pierdo, a veces me veo perdida entre montones de cuerpos sin boca. Cuerpos hacinados como fardos, sin vida, que sólo aspiran a olvidar y a rozar. No lo soporto. Nos separan millones de milímetros, y nadie quiere acortar esa distancia. Te temo porque te deseo. Ese miedo me trastoca, me cambia.
Salgo de mi. Tumbada en la cama vuelo hasta ti. No quiero despertar, dormida estoy contigo. Dormida eres mio.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
Si, es cierto hay algo en tus celulas que llama a las mías. Esta calma que se ha acercado a mi vida me regala horas llenas de calor y pensamientos. La luz inunda el salón y me ciega. He pasado la noche sudando, el calor de julio inunda todo. Detiene la sangre por mis venas y sólo quiero estar tumbada en la cama. La fiebre me ha dejado sin fuerzas. Han pasado ya varios meses desde que me quedé sin corazón, pero siento que tus palabras lo van reconstruyendo. Late cada vez que escucha tu voz. Una voz lejana que me despierta de este sueño abrasador. Llegará el día en el que te toque, el día en el que tu olor llenará mis fosas, el día en el que me hunda en tu mirada.
Es la simple esperanza, es la que me despierta. Pero a veces la pierdo, a veces me veo perdida entre montones de cuerpos sin boca. Cuerpos hacinados como fardos, sin vida, que sólo aspiran a olvidar y a rozar. No lo soporto. Nos separan millones de milímetros, y nadie quiere acortar esa distancia. Te temo porque te deseo. Ese miedo me trastoca, me cambia.
Salgo de mi. Tumbada en la cama vuelo hasta ti. No quiero despertar, dormida estoy contigo. Dormida eres mio.
La cuestión es poder sostener los efectos del sueño...y, ni aun así...
ResponderEliminarHace tanto calor que creo que deliro, y confundo sueño con despertar
ResponderEliminarsi, y eso se ve claro en la foto! Buenisimo.
ResponderEliminarjajajajaja, esa charla entre vos y Pulgarcito!!! no!!!
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=SpmWIyjilQo
me hiciste acordar a este tema. Besos Maga!
Buenísimo. Es lo primero que leo de tu blog y me ha encantado. Yo también me he sentido así en alguna ocasión.
ResponderEliminarpues...sigue dormida;)
ResponderEliminarCon el calor las alucinaciones, como si en el desierto se estuviera, aparecen como setas en un bosque...
ResponderEliminarCuando son agradables, queremos que se hagan realidad y que duren, pero cuando no, sólo queremos pensar que son alucinaciones y que acaben para volver a la realidad :)
Bss! ^^
Sigo muerta de calor, por las noches me despierto empapada en sudor, madre mia!! además tengo unos sueños rarísimos...será porque duermo sola...
ResponderEliminarMaga pues esta no la pillo...
ResponderEliminarAh, mira, si está por aquí Pulgarcito (es que es rival mío en un concurso).
Saludos.
soñar conscientemente es un lujo que todos deberían darse.
ResponderEliminarUn saludo desde la parte alta de la coordillera.
pues eso Descla, delirios por el calor, que me encienden los sueños
ResponderEliminarMartin, es uno de mis placeres...saludos desde mi celda
Un beso
"Te temo porque te deseo", bella frase, que entiendo perfectamente.
ResponderEliminarYo también me muero de calor...
besos
Siempre nos quedan los sueños,un pedacito de irrealidad donde somos invencibles.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo: si hay algo que nos impulsa a movernos, es el deseo.
Un abrazo
Ehse
Maggie veo que el calor no te va bien como a mi.
ResponderEliminarTu relato me ha gustado, destila melancolia y dejarse llevar por ella es una tentación, sin embargo creo que vivir en la fantasía no nos ayuda a seguir adelante, no se..
Besitos.
El deseo,el que no se realiza,te corroe las entrañas.Desea maga,pero intenta realizar tus sueños para que no se conviertan en pesadillas.
ResponderEliminarMe encentó tu relato.
Deambulando por el planeta de los deseos. Un beso y sigue deseando con tanta pasión.
ResponderEliminarmmm me suena eso de alimentarme de sueños, aunque llenan no sacian.
ResponderEliminarun beso!
Una cosa que a veces funciona una bolsa fría, (en las farmacias las venden), en la frente.
ResponderEliminarY.... 10 flexiones ... otras 10 flexiones.
Los sueños vienen a tí, no hace falta diseñarlos...vienen y arrasan.
menos mal que aún nos quedan los sueños
ResponderEliminarbesos
cambiaste la blogósfera por la almuadósfera?
ResponderEliminarsaludos.