jueves, 18 de marzo de 2010

parecidos razonables del destino

La casualidad nos da 
casi siempre lo que nunca 
se nos hubiere ocurrido pedir.
Alphonse de Lamartine (1790-1869) Historiador, político y poeta francés.


Hoy he ido a mis clases de italiano, en el Instituto, como todos los martes y jueves hasta junio. He aparcado cerca del Templo de Debod y seguido dando un paseo hasta el principio de la Calle Mayor. El día ha sido totalmente primaveral, los turistas y los madrileños han salido como setas. Es muy interesante observar y escuchar a los turistas, y a los no turistas. He sacado fotos hasta que se me ha acabado la memoria de la cámara. Menos mal que mi padre me ha regalado un disco duro externo, porque tal cantidad de documentación madrileña inutil no cabe en mi portatil.

Iba caminando hacia los Jardines de Sabatini, y he visto un motorista con una yamaha amarilla, una moto algo antigua. Cuando el motorista ha aparcado, se me ha parado el corazón. La moto era exacta a la del nazi Chris von Kraft -mi ex pareja- y del mismísimo color. Le he sacado una foto, sin que me viera, temblorosa. Al acercarme he comprobado que no era él, era un tipo que se le parecía, con una moto casi idéntica a la de Von Kraft. ¡Menos mal!. Me hubiera dado un ataque de pánico en el mismo sitio, hubiera hiperventilado. Aunque creo que lo he hecho. Creo que también he tenido un mini-ataque.

Frente al Palacio Real, muy castizo.

El caso es que he seguido como si tal cosa, nerviosa, muy nerviosa. Disimulando que mi corazón quería salirse por los agujeros de mis fosas nasales. He apretado el paso sin quererlo y al llegar al Campo del Moro, me he detenido, seguro que llevaba cara de loca con complejo de persecución. Me he sentado como los viejos en un banco y he esperado a que mis pulsaciones disminuyesen. Me he fumado uno, dos pitis, del tirón. Claramente: mi medicina para los nervios.

¡Dios! Si le viera de verdad, a lo mejor me lo cargaba. Aunque lo que creo que haría, de verdad, es salir corriendo sin mirar atrás y partiendo los tacones de mis zapatos.

Es curioso, lo de siempre. Las casualidades. Las sincornicidades. La casuistíca de los acontecimientos. Mi ex se llama Chris. Tu ex se llama Cris. Una h de diferencia, pero básicamente el mismo nombre, por lo menos fonéticamente. Los dos extranjeros. Uno alemán, una brasileña. Cuando huí de Alemania, me marché a Brasil, como los verdaderos nazis. Esto es muy curioso, hasta gracioso, morbosamente extraño.

Sigo apretando el paso y sacando fotos. Y por supuesto llego a clase tarde, con la lengua fuera, con mil fotos en la cámara, pero con los deberes hechos.

3 comentarios:

  1. Mi querida amiga... nunca llegue a los sitios con la lengua fuera, no es de buena educación ademas que pueden confundirla con un can y ponerle un cuenco de agua fría en el suelo.
    Se lo dice alguien que constantemente bebe del suelo.
    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  2. Está claro que sigo teniendo que hacer los deberes y leerme textos pasados. Lo apunto en mi lista de cosas pendientes.

    Hay que dejar el pasado en las fotos, y no hiperventilar porque se nos presente un dia delante... por mas que puede ser en forma de hijo de puta aleman (Grrrrr). Y mucho menos si eso nos obliga a tener que fumar dos pitillos!!! ;P

    Un beso guapisima.

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  3. Querido Don Completo, no esperaba menos de Ud. Supongo las situaciones en las que Ud. saca la lengua y a los sitios a los que llega.

    Siempre a sus pies (sin la lengua fuera)

    La Maga

    Take it easy!, ¡qué le voy a hacer! me gusta fumar, arggg. Y lo de volver a ver a mi ex alemán es algo que se seguro sucede, pero espero que sea dentro de mucho...Ya se sabe como es la vida, y cómo el destino negocia las casualidades.

    Otro beso para ti.

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confiesa aqui o en: lamagamaggie@gmail.com

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