martes, 13 de abril de 2010

iluminada

Tenemos bastante religión
para odiarnos unos a otros,
pero no la bastante para amarnos.

Jonathan Swift (1667-1745) Político y escritor irlandés.

Hay una expresión que se usa mucho y que me parece muy curiosa. Si Dios Quiere. Es una expresión que se usa para decir que deseamos que una cosa suceda, pero que sucederá si el sumo hacedor quiere. Ya. Pero si lo miramos de otra forma, significa que si esa cosa que deseamos no sucedió, es que dios no quiso que sucediera. Entonces es cuando el carácter humano le echa las culpas al creador. Si, claro. Un humano que cree que su dios le escucha sus plegarias, un simple humano, un mico, que pide al todopoderoso un favor, cuando su dios no se lo concede, se siente abandonado. Y si eso sucede muy a menudo, al final el humano ya no pide más. Y si ese humano cree que ese dios existe y que no quiere ayudarle, pues le empezará a caer mal. Normal. Se volverá desconfiado. Es posible que hasta le eche las culpas de sus desgracias. En algún momento puede que ese ser deje hasta de creer en ese dios. Porque claro, sin fe, no hay religión. Además hay muchas religiones donde elegir. Y muchos dioses a los que es posible adorar. Así que, bien se puede probar con otro dios, o varios, o pasar de todos directamente. Eso también. Opciones hay. Como las meigas. Haberlas, haylas.

Este martes y trece he ido a clase de italiano. Estoy siendo constante. Increíble. Y con la tarea hecha. Lo que hace pagarse uno mismo las clases. Bueno, el caso es que he aparcado enfrente de la Entrada de la cripta neorrománica de la Almudena, desde la Cuesta de la Vega. Es otra entrada a la catedral, es pequeña y da a la antigua muralla musulmana. Tiene unos arcos, bonitos, y he visto salir bastantes turista estos días. Hasta monjas. Entonces cuando he ido hacía mi coche he visto a los polis a caballo, cerca de la puerta. Me han llamado la atención y para disimular he hecho como que iba a la capilla. Ya sabemos todos, lo mucho que me gustan los hombres uniformados, pero si ya van a caballo me atraen como los fluorescentes a las polillas.

Mientras subía las escaleras, disimulando para sacar una foto a los caballos, he pensado en entrar. ¿Porqué no? Sólo entro en las iglesias para las bodas, y cómo tenía algo de tiempo... A lo mejor este dios católico de mi infancia, sabría darme las respuestas. Decirme algo. Iluminarme o por lo menos regalarme un momento de recogimiento en la gran urbe. He entrado, cuando salía una pareja con pinta de rusos. La capilla tiene un pequeño pasillo, está iluminada y tiene, para mi sorpresa: ¡un portero!.

Miro a mi al rededor y me acerco al hombre con unas gafas de pasta de la segunda república.

- Dos euros -me espeta, sin saludarme. Yo estaba pensando en decir: ave maría purísima
-¿Cómo dice?- pregunto, sin creer a mi oído
- Dos euros, esta iluminada. -me dice el tío con soniquete, y algo de frenillo, si me fijo. ¿se refiere a la capilla o a mi?, pienso
-¿Perdone, que le dé dos euros?¿me va a cobrar entrada? -le pregunto, alucinada.
- Dos euros, está iluminada -y dale. Este tío no sabe decir otra cosa, ahora comprendo porque trabaja aquí
- Pues no tengo ahora mismo, la cartera la he dejado en el coche.- me excuso, sin dar crédito.
- ¿De dónde es?- me pregunta a bocajarro y sin mirarme, no ha levantado la cara de un librito en lo que parece que apunta todo.
- ¿Com...? de Madrid, claro. Pero nunca he entrado, aunque vengo a menudo por aquí. Ya vendré otro día. Adios.

Mientras bajaba las escaleras he visto a los polis, subidos en sendos recios caballos, revisar la documentación de unos con pinta de ilegales. He bajado la escalinata y me he metido en el coche sin multa. He conducido hasta casa pensando que es la bomba que ahora para ir a ver una iglesia tenga que pagar dos euros, más los dos euros de parking por el coche de mi padre. Joder, de verdad. Bastante tenemos los madrileños, hay veces que me parece que nos toman el pelo. La calle es de todos y hasta hace poco las iglesias eran por lo menos para sus fieles. Yo entiendo que es caro pagar una iluminación, y si visito una iglesia, he hecho una donación, por las velas, o por el simple hecho de hacerla. Pero eso siempre es al final de la visita y es algo voluntario. Ahora parece que no hay más tu tía. Ahora quieren los dos eurillos por cabeza sin remisión, sin excepción.

Yo fui, en un tiempo lejano, y sin posibilidad de elección, de educación católica. Ahora ya me ha quedado claro dónde no tengo que ir en busca de respuestas, a no ser que vaya al bar, que es el único lugar dónde por dos euros me dan algo que me hace sentir mejor. Una birra helada. Espero encontrar esas respuestas algún día, eso si mi diosa quiere.

9 comentarios:

  1. ¡La madre que los matriculó! Joder. El problema no son los dioses. El problema es el ser humano.

    ResponderEliminar
  2. jajaja, si, ¡me ha encantado la expresión!, claro que el problema es el se humano...y sus ganas de hacer dinero con los incautos.

    mil besos, guapa!

    ResponderEliminar
  3. Hay que joderse con los dioses en este martes divino. Luego, el caso es que yo tan sólo me acuerdo de ellos, o de él (de dios todopoderoso) precisamente en ese momento en el que hay que joderse mutuamente. Suelo llamarle mucho, y no sé por qué.

    También vengo a leerte mucho, pero sobre esto sí tengo respuesta, Maggie.

    Y es que es un placer venir cada día por aquí.

    Un beso, Mágica.

    ResponderEliminar
  4. El problema del desarraigo nace de esa ruptura con Dios, como deciía Dostoievsky en sus Hermanos Karamazov, si Dios está muerto, todo está permitido.

    ResponderEliminar
  5. Hola Sensei, supongo que hay muchas razones para romper con un dios, si está muerto como si está vivo. Porque, vamos, que yo sepa si hay un dios muerto es por nos lo cargamos. Pero hay un montón de dioses que ni los matamos, ni vivieron ente nosotros, ni nada. El problema es que hace mucho tiempo que damos por válido el monoteísmo. Pero en el mundo existen miles de religiones con sus correspondientes divinidades.

    ResponderEliminar
  6. Querida Elektra, acabo de ver tu comentario, ya se sabe que a los padres o a la familia, o hasta a los mejores amigos, se les llama mucho cuando algo va mal...sólo espero que tu dios te escuche...a mi la mía si lo hace, pero hace como si no me oyera...igualito que mi madre, jajajaja

    me encanta que me leas y que me digas que te gusta, que sepas que yo también te leo, y encuentro respuestas, así como preguntas..

    Un besazo

    ResponderEliminar
  7. A ver, querida Maga. Eso de cobrar entrada es muy común. Y más en los últimos tiempos, en los que los fondos públicos y las vocaciones escasean... ¿Cómo si no iba a sostenerse la mayor multinacional del planeta, la única que ha sobrevivido 2.000 años?

    ResponderEliminar
  8. A ver, querida Runinas, porque sea común no quiere que sea bueno, y por otro lado, ya me has dado la puntilla que necesitaba para pasar absolutamente de que alguien haga dinero con mis miserias.

    Muchas gracias por tus comentarios, y tu visita

    Un saludo

    ResponderEliminar
  9. me acabo de dar cuenta de que me he comido un "decir"...quiere decir, quería decir...vaya lío.

    ResponderEliminar

confiesa aqui o en: lamagamaggie@gmail.com

Related Posts with Thumbnails