viernes, 12 de febrero de 2010

espectro por madrid


La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?
Azorín

Madrid tiene un cielo que no se ve en otros sitios. Lo sabemos los que aquí vivimos y los que hemos vivido fuera. La tarde es limpia y el sol en este atardecer se refleja naranja en los edificios. Azul, naranja, gris. He tomado la Gran Vía, porque sí, porque me ha apetecido sentirme como una turista, igual que tú. Cuando se pone el semáforo en verde, Cibeles, la diosa madrileña, me mira altiva. La cuidad no es la misma sin ti. Un solo habitante se va y se vuelve un desierto. Falta algo. Descubro sus brillos en los cristales y los reflejos de las luces de los coches. Los cines y los teatros, los cafés y los bares. La vida en la cuidad que reconozco en todo su esplendor. Pero no puedo disfrutarlo. Yo quiero estar en otro lugar, en otro tiempo. Mientras recorro la calle Alcalá, camino del trabajo de Simoneta, repaso los acontecimientos que me han llevado a esta situación tan desoladora.

Desde hace varios años no había nadie en mi vida, nadie significante, quiero decir. Tras los años en Düsseldorf, tras mi vida con Christian. Supongo que ese amor germano fue tan devastador que no he podido querer a nadie en años más que a ti.

De vuelta de Alemania, me costó casi dos años volverme a habituar a la sociedad española, a vivir en Madrid. Romper con Alemania es una de las cosas más duras que he hecho en toda mi vida. Lo dejé todo allí. Dejé mi vida entera. Amor. Amigos. Casa. Muebles. Coche. Libros. Alma. Casi todo menos dos maletas llenas de ropa. Siete años de mi vida entregados a una persona. Se lo di todo, y no funcionó. Nunca me casé con él. Me lo pidió en Granada, de una forma muy romántica. Pero yo no me fiaba. Intuía que me lo pedía para poder vivir en España, creo que en el fondo estuvo conmigo para poder aprender a hablar español, para tener una mujer exótica, una española. Al final él mismo se descubrió. Años más tarde. No me arrepiento de haberle dejado, nunca me quiso por lo que era, sino por lo que representaba.

Así he pasado estos años entre un desamor y otro: respirando, viajando, leyendo, saliendo, bebiendo y bailando. Viviendo la vida sin consultar a nadie.

Ser soltera es ser libre, independiente, he podido hacer muchas cosas que en pareja no hubieran sido posibles. A veces tengo ganas de sentir otra vez esa intimidad con otra persona. Esa confianza. Compartirlo todo. Aunque me he vuelto muy egocéntrica con los años y me cuesta mucho entregarme. Hasta que reapareciste tú y sin darme cuenta volví a caer.

El año pasado por estas fechas decidí que quería volver a enamorarme, tras cinco años de libertad egocentrista, quería dejar de ser libre. Ya era hora de dejar atrás la sombra de Christian. Una tarde lluviosa, aburrida en el trabajo, me metí en internet y comencé a buscar.

pie de foto: Gran Vía, Antonio López

11 comentarios:

  1. Espero que haya segunda parte, Maggie. De lo contrario me vería obligada a decirte que las búsquedas en sí traen (generalmente) frustración. Por otro lado, internet es un puto carnaval y, en la mayoría de casos, la gente luce sus disfraces cada día del año. Aunque es obvio que tienen que haber excepciones... que tienen que existir seres y seres.

    Un beso bien grande (me gusta mucho que seas tan espontánea)

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  2. Creo que lo de enamorarse no se puede programar. No se puede decidir ahora me toca enamorarme y antes no.

    Y bueno, no digo más que cauno es cauno.
    Besos, Maggie.

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  3. ¿y qué ocurrió? ...ya sabes que una cosa es meterse a buscar y otra, diferente, es meterse a encontrar ... (no sabes lo mucho que me identifico con mucho de esta entrada). ...

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  4. Tengo que contradecir a Solateras, con respecto a lo de enamorarse...

    Todo el mundo piensa (de una manera más o menos romántica) que sucede de un modo insconsciente.

    No es cierto, tiene que haber una disposición para que te fijes en alguien.

    "Alguien", en este caso, es secundario, podría ser "otro alguien", y que elijas a uno u otro dependerá de muchos factores... pero si no hay una predisposición previa, no hay nada.

    Y segunda observación, esta para ti, Maggie. A medida que pasa el tiempo la cosa se complica.

    Inevitablemente te haces más exigente, ya no aceptas entregar tu alma al primero que te sonría. Aquí es cuando debes aguantar.

    No cometas el error, muy frecuente, de confundir ternura con amor. Porque por soledad, porque te digan "qué guapa eres", se disfruta de una intimidad que raras veces funciona en el día a día; en la vida de verdad con sus rutinas y sus miserias.

    He visto como amigas mías, confundían cama con casa. Y es terrible,... el daño que hace una puñetera letra.

    Besos.

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  5. Sí, todo tiene sus pros y sus contras. Estar soltera te comporta unas cosas y estar en pareja, otras.

    Cuando una está enamorada perdida y al final todo acaba en un desengaño, lo único que quiere una es estar sola y dedicarse el tiempo que antes se había dedicado otra persona. Es normal. Si una no se cura, no viene nadie a hacerlo.

    Lo de decidir enamorarte creo que lo entiendo. Es darte cuenta de que ya has superado en parte esa fase mala y tener ganas de volver a vivir ese sentimiento intenso, aunque no vaya a ser como antes.

    Y lo de Internet... digo yo que tendrá que ver con el Capitán. Pero a la espera estamos, que sólo son elucubraciones.

    Un abrazo, muchacha.

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  6. No se puede programar ni planificiar el enamorarse, pero si existe cierta predisposicion donde uno abre todos los sentidos, la sensibilidad y la capacidad de soñar.

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  7. Mi querida Maggie
    No busque mas en Internet. Si ha decidido sentar la cabeza aqui me tiene. Yo no soy soltero por decision, lo soy por obligación. ¿Sería usted tan amable de liberarme de mis obligaciones?
    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  8. Hola chicos,

    madremiiiiaaa!! qué cantidad de comentarios! he llegado a casa y me encuentro con esto! Qué maravilla!

    Elektra, cariño claro que hay segunda parte, de eso va todo de una segunda parte, 20 años después...

    Solateras, es verdad que no se puede forzar el amor, pero hay veces en la vida que no quieres tener pareja, por lo menos a mi me pasa. Pero si alguien te llega, y te llega hondo, no hay tonterías que valgan, eso creo.

    Juan Nadie, me encanta tu blog, tus visiones...de eso va el mío de lo que ocurrió, internet es lo que tiene, a veces tu pasado te encuentra sin que tú ni te lo esperes.

    Federico Manuel, una reflexión muy inteligente y muy verdad, qué razón tienes una letra cambia un mundo!

    Duschgel, cariño me encanta que me sigas, desde dónde me sigues...si, en internet me reencontró el Capitán, encontrarás cómo en la entrada: EL DESTINO DE LA MARIPOSA...

    Migalcaher, es verdad que no se puede programar, tienes toda la razón con lo de la predisposición

    Sr. Don Completo Gilipollas, meditaré su oferta, aunque de momento es Ud. demasiado hombre para una.

    Un beso a todos, y muchisimas gracias por vuestros comentarios, me haceis muy feliz

    Feliz fin de semana

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  9. Espero esa segunda parte. Yo no soy, nunca he sido muy reflexivo con esto del amor. Soy mas bien "brutote" en estos temas. Desengaños, desamores...todos hemos tenido. Predisposición a enamorarse, pues creo que si, que hay etapas donde estas muy bien solo y otras en las que tienes una tendencia o un vació que te hace mas proclive. Sin embargo creo mas en dejarse llevar, en no buscar ya que el enamorarse como dice Solateras, simplemente ocurre.

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  10. Hola Forma,

    En aquellos días tenía ganas de encontar a alguien, llevaba mucho tiempo sola y pensé que ya era tiempo...hoy pienso que es mejor dejarse llevar y no buscar.

    Un beso

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  11. Me encanta tu forma de contar las cosas, lo malo es que suena demasiado triste y real. Gracias por estar aquí.

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confiesa aqui o en: lamagamaggie@gmail.com

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